Productos Biológicos:

La innovación puede ser un terreno confuso. Avanza con una velocidad tan impresionante, que resulta casi imposible entender verdaderamente las tecnologías vanguardistas que surgen todo el tiempo. Por ejemplo, cuando creemos que el tema de la Inteligencia Artificial es un asunto ya descifrado, descubrimos un nuevo concepto, como red neuronal, que revela las limitaciones de nuestro conocimiento.

 

En el ámbito de la innovación aplicada a la agricultura, desde hace algún tiempo, está ocurriendo una situación similar. Desde diversas instancias, se divulga la noción de que la tecnología biológica para el agro y la biotecnología son conceptos idénticos; en el fondo, se afirma, representan lo mismo. Una interpretación absolutamente equivocada.

 

Aunque ambas disciplinas llevan la innovación al sector agrícola (con el fin de incrementar la productividad de los cultivos, así como proteger su viabilidad), sus enfoques no podrían ser más diferentes.

 

Mientras la biotecnología, en su vertiente más conocida en la industria agrícola, involucra la manipulación de material genético, la tecnología biológica aplica innovación y ciencia en organismos vivos (microorganismos, como las bacterias), los cuales se suministran a un cultivo para estimular las capacidades inherentes de las plantas -como los mecanismos de defensa y desarrollo que naturalmente poseen- y así potenciar su crecimiento, fortalecer su salud y mejorar su rendimiento.

 

En este sentido, un producto biológico ofrece resultados a partir de recursos y herramientas que ya existen en la naturaleza; a diferencia de una alternativa biotecnológica que requiere un proceso más sofisticado de modificación sintética.

 

Desde la perspectiva de la producción agrícola, la innovación biológica también supone una dinámica distinta. De acuerdo con la experiencia y el conocimiento de Corteva Agriscience, empresa especializada en innovaciones para el sector agrícola y que ha venido desarrollando un portafolio de productos biológicos (bioestimulantes y biocontrol), se destacan cuatro aspectos:

 

  • La mayoría de los productos biológicos se adaptan a las prácticas agrícolas en uso. Para aprovecharlos, dado que sus beneficios se generan con los propios recursos de la naturaleza; el productor del campo no necesita modificar sus métodos de trabajo, no debe adquirir infraestructura adicional y tampoco debe tomar medidas que puedan alterar el equilibrio ecológico de sus terrenos de siembra.

 

  • Al potenciar las características y capacidades que son inherentes a las plantas de cultivo (necesidades de agua, autogeneración de recursos, mecanismos de defensa contra plagas), los productos biológicos ofrecen beneficios que no demandarán -por ejemplo- un mayor uso de agua o la constante aplicación de químicos para proteger la salud de las plantas (procesos que implican una importante huella de carbono).

 

  • El uso de elementos naturales, en el caso de esta innovación, no significa que todo se dejará al criterio o la voluntad de la madre naturaleza. Con gran esfuerzo de investigación y desarrollo, empresas como Corteva Agriscience brindan productos biológicos respaldados por el conocimiento científico y la calidad necesaria en el desarrollo de los mismos con un desempeño probado y consistente.

 

  • Cada campo de cultivo constituye un ecosistema único, que constantemente busca alcanzar un equilibrio entre todos sus componentes, incluyendo plantas, insectos polinizadores, suelo y clima. Con el propósito de comprender estas relaciones armoniosas, las empresas dedicadas a innovaciones biológicas priorizan la colaboración cercana con los agricultores. De esta manera, pueden desarrollar productos que preservan el equilibrio natural de los campos, al tiempo que los protegen contra amenazas y mejoran su productividad.

 

Recientemente, Corteva dio la bienvenida en México a Utrisha N, un bioestimulante optimizador de nitrogeno que de manera natural mejora la vitalidad de las plantas para obtener cultivos sanos y productivos. Está basado en la bacteria endófita Methylobacterium symbioticum, un microorganismo de aplicación foliar que tiene la capacidad de fijar nitrógeno del aire y convertirlo en amonio, el cual es utilizado por la planta en la formación de aminoácidos esenciales para expresar su máximo potencial genético.

 

Utrisha N es un producto de banda verde que puede ser utilizado en una gran diversidad de cultivos, tanto extensivos como maíz y caña, así como de especialidades que son altamente demandantes de nitrógeno y que son ampliamente cultivados en México en todos los sistemas de producción, que incluyen los más básicos y los altamente tecnificados.

 

Algunos de sus beneficios son:

 

  • Proporciona una fuente sostenible e inagotable de nitrógeno: Mejora la rentabilidad de los cultivos gracias a un óptimo manejo de la fertilización nitrogenada biológica.
  • Ayuda a maximizar el potencial de crecimiento: Gracias a que permite una aportación regulada, equilibrada y efectiva del nitrógeno a la planta, facilita el manejo de la nutrición del cultivo e incrementa la actividad fotosintética.
  • Sostenibilidad: Es una solución 100% biológica y respetuosa con el medio ambiente. Optimiza el nitrógeno del aire y puede contribuir a la reducción de la huella de carbono al complementar el programa de fertilización nitrogenada.
  • Fácil de integrar a las prácticas agrícolas: Permite una sola aplicación foliar durante el desarrollo de cultivo, es y es apto para ser usado en agricultura orgánica.

 

Es importante mencionar que la compañía tiene la patente internacional de esta bacteria para la extracción, el proceso de formulación y multiplicación, así como de purificación y formulación, por lo que la calidad y el abasto están garantizados en todo momento.

 

Con la reciente adquisición de las empresas Stoller y Symborg, Corteva se perfila como líder global en Productos Biológicos con soluciones diferenciadas, derivadas de fuentes naturales que puedan evolucionar e incorporarse fácilmente a las prácticas agronómicas existentes.

Comments